Durante los últimos meses, debido a la aparición de ómicron y su gran cantidad de mutaciones, se ha puesto en duda la efectividad de las vacunas. Por eso, ahora que existen estudios sobre la materia, desde Alianza COVID-19 te damos toda la información al respecto.
¿Cuál es la trasmisibilidad de ómicron frente a otras variantes?
Desde que se detectó ómicron los contagios se han disparado aún más que con otras variantes. Esto se debe a que ómicron presenta una gran cantidad de mutaciones. Estas alteraciones se han dado la proteína de espícula (S) mediante la cual el virus entra y se adhiere a nuestro organismo.
Para medir la capacidad de contagio de un virus se establece una tasa básica de reproducción, (R₀). Este parámetro muestra el promedio de contagios que puede causar una persona durante su periodo de infección. Es decir que, si un virus presenta R₀ de 3, quiere decir que una persona contagiada provoca de media otros tres contagios.
Mientras la variante inicial del coronavirus presenta una tasa R₀ de 2,5 contagios, la variante delta tiene una R₀ de 7 y la variante ómicron una R₀ de 10. Por lo que la incidencia de ómicron es mucho mayor, que cualquier otra variante conocida hasta la fecha.
¿Las vacunas siguen funcionando frente al COVID?
El hecho de que siga habiendo contagios entre las personas vacunadas ha generado dudas sobre su eficacia. Sin embargo, no quiere decir que las vacunas no sean efectivas. Si comparamos el número de infectados e ingresados al inicio de la pandemia y ahora, veremos que los casos graves han disminuido significativamente.
Esto es porque, aunque las vacunas sean efectivas, no son una barrera impenetrable. Puedes seguir contagiándote e infectando a otros. Las vacunas tienen dos formas de protegernos:
- Mediante anticuerpos: que previenen la infección.
- Por medio de inmunidad celular: que previene los síntomas graves y la mortalidad.
Debemos señalar que las vacunas nos protegen frente a cuadros víricos graves que pueden desembocar en hospitalización o incluso la muerte.
¿Inmunidad natural o de vacunas?
Todavía se están realizando estudios sobre la materia. Sin embargo, hay ciertos conceptos a los que debemos referirnos, ya que no podemos dar una respuesta redundante:
- Amplitud: tras una infección natural por COVID-19 nuestro sistema inmune se enfrenta a la amplia variedad de proteínas que conforman el virus. Mientras que, con la inmunidad de vacunas nuestro sistema inmunitario solo identifica la proteína de espícula (S). Lo que no quiere decir que se produzca una protección más potente, si no más completa.
- Fuerza: hay estudios que apuntan que la tercera dosis con combinación de vacunas ARNm (Pfizer y Moderna) y vector (Janssen o AstraZeneca) produce una inmunidad más alta, tras un mes de la vacunación, que la inmunidad natural. Así mismo, parece que la inmunidad más potente es la generada por combinación de inmunidad natural y vacunas. Si quieres conocer más detalles acerca de la combinación de las vacunas y la tercera dosis visita nuestro post ¿Qué tercera dosis me corresponde para la vacuna contra la COVID-19?
- Duración: en ambos casos la protección disminuye tras un año después de la infección/vacunación. Sin embargo, nos siguen protegiendo frente a los síntomas graves de la enfermedad.
- Localización: con la enfermedad natural se generan anticuerpos localizados en las mucosas nasales y en los pulmones. En el caso de las vacunas, los anticuerpos los encontramos en la sangre. Los anticuerpos localizados en las zonas por las que el virus penetra en el organismo son más eficaces a la hora de generar una barrera contra la infección.
Desde Alianza COVID debemos incidir que las vacunas contra la COVID-19, se haya pasado la enfermedad o no, reducen la gravedad de los síntomas y la mortalidad de la enfermedad.
Si padeces algún síntoma relacionado con el virus, contacta con nosotros a través de nuestra web para realizarte una prueba de antígenos, una PCR a domicilio o PCR en laboratorio, y obtener los resultados online.